Los que jugaron con la Ouija...


Un periódico español publicó una nota sobre seis jóvenes de valencia que se reunieron en una casa desalojada para practicar una sesión de espiritismo utilizando una tabla de ouija. Para ello prepararon un altar y empezaron el juego guiados por un chico que hacía la labor de “portavoz” en el juego.

La primero que preguntó este chico fue si la presencia de alguno de los asistentes era molesta para cualquier espíritu presente, ya que si alguno resultaba molesto tendría que marcharse, e inmediatamente el puntero de la tabla marcó el nombre de cuatro de ellos los cuales entre sorpresa y nerviosismo no dudaron ni un instante en marcharse inmediatamente del lugar.






Sin embargo, no habían caminado ni siquiera 100 metros fuera de la casa, cuando los chicos que se marcharon escucharon un ruido muy fuerte, cuando regresaron para ver que había pasado, se dieron cuenta de que la casa abandonada se había derrumbado junto con los 2 chicos que permanecieron dentro jugando con la ouija.




Después de haber caminado unos escasos 80 metros lejos de la casa, los chicos sintieron un ruido realmente estruendoso y cuando voltearon para ver que había pasado, vieron como la casa abandonada se derrumbaba sobre los dos chicos que se habían quedado jugando con la ouija.



Existe otra historia también muy conocida en el medio de los expertos de lo paranormal, la de Andrea, una joven originaria de Venezuela cuya madre falleció cuando ella tenía 15 años. Pasados tres años, ella y sus amigas un día decidieron jugar con la quija simplemente para entretenerse, y la primera pregunta que hicieron, fue la más común utilizada en estos juegos, pues preguntaron si el espíritu presente era bueno o malo, y este empezó deletreando el nombre de Andrea varias veces, además de fechas que eran muy importantes para su familia.




Al presenciar esto, Andrea quitó bruscamente su mano de la quija por la impresión, y la conexión con aquel espíritu se perdió, lo que hizo que este se enojara y atacara a sus amigas. Los ataques violentes duraron unos veinte minutos aproximadamente, Andrea no podía más que gritar de desesperación y dolor, cuando todo terminó, la joven se apresuró a llamar una ambulancia para tratar de salvar a sus amigas. Mientras tanto, Andrea permaneció detenida por tres días, pero sus amigas declararon que ella no había tenido nada que ver con el ataque, así que salió en libertad. Después de varios meses, Andrea dedujo que aquel espíritu que se presentó durante la sesión con sus amigas probablemente había sido su madre, ya que ella siempre fue muy posesva y no la dejaba tener amigas ni relaciones cercanas de ningún tipo con nadie que no fuera de la familia.



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One Response so far.

  1. ola soy gay sigan me chicos ;3

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