En 2002 fue intervenida quirúrgicamente por primera vez gracias a los ahorros de ella y de sus familiares, el procedimiento se hizo para poder eliminar la cantidad de 25 kilogramos de líquido. Sin embargo, con el paso del tiempo se le vuelve a acumular líquido y necesita que le hagan más operaciones. Por desgracia no pueden pagar una segunda intervención valorada en mas de 7000 dolares.


Desesperada por el dolor por la presión de su estomago, cogió un cuchillo de cocina y ella misma se realizo la cirugía. Varias horas después su marido se la encontró dolorida en la cama con una herida de 10cm de largo en el vientre y con un charco de liquido amarillo mezclado con los intestinos.






“Si yo hubiera muerto, le habría ahorrado por lo menos a mi familia la molestia de cuidar de mí”, dijo más tarde en el hospital. Los médicos decidieron realizar un tratamiento de forma gratuita para que esto no vuelva a suceder.